Para escuchar a Turner ...

Nada más que una muy leve y corta sugerencia de la música para deleitar nuestra alma no solo con la vista y el oído sino con todo eso que transciende por encima de nosotros mismos ,que nos provoca y evoca al Ser Superior , es esa puerta que abrimos para llegar a limites insospechados de claridad que nos permite ver , oír , sentir, más allá de nuestra corporeidad . Sugerencias: Beethoven " Meeresstille und glückline Fahrt, op 112" . Weber " Ouvertüre Oberon" . Liszt " La lugubre Gondola #2" . Field " Nocturno en Fa mayor" .Estas son unas pequeñas propuestas que me llevan a la contemplación de la obra de Turner entre otras piezas .

El FOTOGRAMA DE TURNER

Desde el inicio del cinematógrafo, arte y fotograma han estado íntimamente unidos. Tal es el caso, que la naturaleza del fotograma deviene de la plasmación de una puesta en escena plástica. Existen creadores cinematográficos, los cuales, trascendiendo a su mero oficio artesanal, nos abren puertas escondidas a la emoción, este asunto que los clásicos sabían construir muy bien y que algunos “modernos” desdeñan a cambio del efecto. Pero siempre, y digo siempre, la excepción confirma el conjunto de las mismas, las cuales afortunadamente son muchas y en la batuta visual del director Mike Leigh, se expande en el color del maestro Turner. Su nueva cinta que se estrenó en Madrid el pasado 19 de diciembre, Mr. Turner, es un encuentro con el talento trascendente del pintor romántico inglés. En el universo fotográfico de la cinta se traspone el concepto estético del autor y del personaje representado. Los planos y encuadres largos, de enorme profundidad de campo, realzan la filosofía de la película, la integración y al mismo tiempo la lucha del hombre por entender la naturaleza. En el caso de Turner, el resplandor del sol que le cautivaría a lo largo de su vida. Es evidente que las connotaciones biográficas, al más elaborado estilo de Hollywood, están presentes en su excesivo metraje, pero el equilibrio visual y verbal se hace patente en una puesta en escena al servicio del retrato psicológico del pintor, interpretado, desde una confección inteligente, por el actor inglés Timothy Spall. Su atmósfera en constante alteración, sea bien en la luz o en el cataclismo, es su propia vida, su actitud trascendente ante su existencia y el sentido último de su arte. Este es el concepto que le interesa a Mike Leigh: la búsqueda de Turner. En una de sus entrevistas, a raíz del festival de Cannes, manifestaba su enorme duda al respecto: ¿Qué buscaba Turner? Detrás de la apariencia de hombre difícil, el director preludia a un gran creador, en sus propias palabras: “el genio que fue”. Pedro Fuentes